Por Alba L. Llanes
1º. Esta disciplina de estudio enmarca los diferentes eventos bíblicos estudiados por dispensaciones, dentro del contexto temporal y espacial antiguo; contexto que no es estático, sino dinámico, porque sufrió cambios a lo largo de los siglos. Cuando pensamos en la historia de la antigüedad tendemos a pensar que las características, costumbres e idiosincrasias fueron iguales en todos los períodos históricos, sin entender que, por ejemplo, las condiciones históricas de los tiempos de Abraham, y muchas características que rigieron en aquella época no eran iguales a las que se presentaron en los tiempos de la monarquía israelita, o el período post-exílico o en los tiempos de Jesús. De la misma manera, la configuración geográfica fue modificándose también. La división política de los pueblos, países e imperios, fue variando producto de la influencia de los cambios históricos que se fueron produciendo, de tal forma que por ejemplo, cuando hablamos o leemos en la Biblia del pueblo o imperio egipcio, ello tiene que ver muy poco con el pueblo y nación egipcia de la actualidad.
Por todas estas razones, la Geografía Histórica Bíblica, auxiliada por ciencias como la Arqueología, la Historia, la Lingüística, etc., señalan las características históricas de cada época y nación, qué tipo de sociedad existía y qué estado de desarrollo histórico transcurría en cada una de ellas, respectivamente; cuál era la vida política, social, cultural, económica, religiosa; qué tipo de derecho de legislación imperaba; y, sobre todo, cómo influyeron todos estos aspectos en la vida de los hombres de Dios que vivieron en aquellas épocas.
Conocer estos aspectos es importantísimo para entender los pensamientos, las acciones y el modo de vida de los patriarcas y el pueblo de Dios, así como la de los apóstoles y cristianos de la Iglesia Primitiva. Son instrumentos fundamentalísimos en el método gramático histórico de la interpretación bíblica, el más importante para una comprensión cabal de las Sagradas Escrituras.
2º. Permite establecer qué aspectos del texto bíblico se refiere a costumbres de aquellas épocas, muchas de las cuales permanecieron inalterables a lo largo de milenios y todavía perduran en sociedades de tipo patriarcal en el Oriente Medio. Este conocimiento es de vital importancia, pues nos permite diferenciar “costumbre” y “derecho consuetudinario”, de “doctrina” y “derecho divino”. Observamos que, a lo largo del trato dispensacional de Dios con la humanidad, muchas cuestiones relacionadas con mandamientos y cláusulas de los pactos que Él estableció fueron derogadas en pactos subsiguientes, mientras que otras fueron confirmadas. Cuando no tenemos un concepto bien definido de lo que son costumbres y de lo que es Palabra de Dios para ser obedecida, podemos confundirnos y pensar que las primeras son corroboradas por Dios y rigen todavía.
Algunos ejemplos: la poligamia, la esclavitud, las formas antiguas de matrimonio y familia, el concepto de la posición de la mujer dentro de la sociedad, las costumbres alimentarias, las formas de vestir y cosas similares que cambian con el tiempo y que no tienen vigencia en sociedades modernas. Por ejemplo, en 1 Corintios 7:36-38, Pablo da instrucciones en relación con el matrimonio de las mujeres solteras a la luz de la costumbre de aquella época que se basaba en matrimonios establecidos por los padres sin que mediara la voluntad de los interesados directos. Si bien dicha práctica es vigente en sociedades patriarcales en el Oriente, ésta no tiene cabida en nuestra sociedad. Esto es asunto de COSTUMBRE y no de DOCTRINA Y PRÁCTICA CRISTIANA, aunque esté reflejado dentro de un contexto eclesiástico.
3º. En relación con el contexto espacial, podemos señalar que el conocimiento de la Geografía Bíblica es importante porque nos ayuda a conocer la división político-administrativa y étnica que rigió en diferentes épocas de la historia bíblica. Esto es importante también para poder entender el trato de Dios con los pueblos y naciones de aquella época, y no caer en el error de aplicar mal los pasajes bíblicos referidos específicamente a naciones de aquella época, que vivieron en un lugar físico determinado, pero que ya no están más, y cuyos lugares están ocupados por naciones modernas que no tienen nada que ver con profecías específicas dadas a pueblos antiguos que ocuparon esa región. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en la maldición profética hecha por Noé sobre Cam y específicamente sobre Canaán. Una teoría racista, difundida en medios cristianos y usada para justificar el comercio de esclavos africanos, fue que “como los negros africanos son descendientes de Cam, ellos están bajo la maldición y por lo tanto pueden ser esclavizados”. Sin embargo, un análisis riguroso del texto bíblico a la luz de la Geografía y la Etnología, arroja un resultado muy diferente. De acuerdo con Génesis 10:6, Cam tuvo cuatro hijos. La maldición cayó específicamente sobre Canaán que no fue antecesor de los pueblos africanos, sino de los pueblos que habitaron Canaán, la Tierra Prometida por Dios a Israel. La profecía se cumplió íntegramente en los pueblos cananeos que fueron destruidos completamente a lo largo de la historia antiguotestamentaria.
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